La noche anterior, en un tazón, mezcle la harina, el azúcar, los huevos, el queso blanco, la sal y la levadura hasta que la mezcla esté bien combinada.
Cubra el tazón con plástico y refrigere durante la noche.

Al día siguiente:
Estire la masa en un rectángulo tres veces más largo que ancho.
Unge la mantequilla sobre dos tercios de la masa y pliegue en tres (la parte sin mantequilla en el medio, luego el último tercio encima).
Gire la masa un cuarto de vuelta y estire de nuevo.
Repita la operación tres veces.

Estire la masa en una superficie de trabajo enharinada en un rectángulo grande de 36″ x 26″ x 1/4″ (70cm x 61cm x 0.5cm).
Corte la masa en 16 rectángulos de tamaño igual.
Coloque una barra de chocolate en el borde de cada rectángulo y enrolle la masa alrededor, sin apretar demasiado.
Coloque las chocolatines en dos bandejas para hornear forradas con alfombrillas de silicona o papel pergamino, asegurándose de posicionar el pliegue de la masa debajo de las chocolatines.

Glacee con un poco de huevo batido con un poco de leche y deje reposar a temperatura ambiente durante unos 2 horas.

Precaliente el horno a 350°F (180°C).
Glacee una segunda vez y hornee las chocolatines durante 20 minutos o hasta que la parte superior esté dorada.
Deje enfriar en una rejilla.