En una sartén, derrita la mantequilla y dora los cubos de salmón por todos lados.
Sazona con sal y pimienta.
Agrega la miel y mezcla bien para cubrir el salmón.
Cocina hasta que la miel esté caramelizada. Retira los cubos de la sartén y reserva en un plato.

Calienta el aceite y la mantequilla en la misma sartén.
Agrega el ajo y la cebolla y cocina durante unos minutos.
Agrega el arroz y revuelve para cubrir los granos.
Agrega los champiñones portobello y revuelve.
Sazona con sal y pimienta y cocina durante 1-2 minutos, revolviendo.
Agrega el vino blanco, aumenta el fuego y cocina, revolviendo, hasta que el líquido esté completamente absorbido.
Agrega una cuchara de caldo caliente y revuelve constantemente a fuego medio hasta que el líquido esté completamente absorbido. Continúa agregando el caldo hasta que se acabe.
5 minutos antes del final de la cocción, agrega los guisantes congelados y el salmón reservado.
Al final del proceso, que dura 20 a 30 minutos, el arroz debe estar tierno y cremoso.
Retira la sartén del fuego y revuelve el parmesano.
Sirve caliente