1. Llevar a ebullición el caldo de pollo y el azafrán. Agregar el arroz, la sal y la pimienta. Una vez que el caldo comience a hervir de nuevo, cubrir, reducir a fuego muy bajo y cocinar durante aproximadamente 18 minutos o hasta que todo el líquido sea absorbido y el arroz esté tierno pero todavía al dente. Transferir a un tazón grande y mezclar con el queso rallado. Dejar enfriar.

2. En una sartén profunda, calentar el aceite.

3. En un tazón, poner 2 huevos batidos. En otro tazón, colocar el pan rallado.

4. Mezclar la mezcla de arroz y queso con la ralladura de naranja y el último huevo batido. Formar bolas. Al formar cada bola, hacer un agujero con el dedo; insertar trozos de prosciutto, queso y albahaca. Pinchar el arroz para cerrar el agujero, agregando un poco más de arroz si es necesario para cubrir.

5. Cuando cada bola esté rellena y cerrada, enrollarla en los huevos batidos, luego enrollarla en el pan rallado. Dejar de lado en un plato. (Las bolas se pueden refrigerar durante varias horas.)

6. Cuando todas las bolas estén listas y el aceite haya alcanzado 325 F, poner unas bolas en el aceite. Freír hasta que todos los lados estén dorados, girando si es necesario. Servir de inmediato.