Para la masa:
Combinar la levadura y la leche en el tazón de una mezcladora equipada con una paleta y mezclar a baja velocidad.
Agregar lentamente el azúcar, la cáscara de naranja, el cardamomo, el extracto de vainilla, las semillas de vainilla, los huevos y el jugo de naranja. Mezclar bien.
Cambiar la paleta por un gancho para masa y agregar la sal y la harina, una taza a la vez, aumentando la velocidad, hasta que la harina esté incorporada.
Amasar la masa durante unos 5 minutos, o hasta que esté suave.
Transferir la masa a un silpat ligeramente enharinado, teniendo cuidado de cubrirla con plástico.
Refrigerar la masa durante 30 minutos.

Para doblar:
Extender la masa en una superficie enharinada a un rectángulo grande de 18″ x 13″ x 1/4″ (35 cm x 30,5 cm x 0,5 cm).
Untar la mantequilla en 2/3 de la masa y doblar en 3 (la parte no untada en el medio, luego el último 1/3 encima.
Refrigerar durante 30 minutos.
Girar la masa 1/4 vuelta y extender de nuevo.
Doblar en 3 y refrigerar de nuevo durante 30 minutos.
Repetir la operación 3 veces.
Después del último giro, refrigerar la masa, envuelta en plástico, durante 5 horas o toda la noche.

Formado:
Sacar la masa del refrigerador y cortarla por la mitad.
Envolver la otra mitad y retornarla al refrigerador.

Sobre una superficie enharinada, extender la masa a un rectángulo de 15″ x 6″ (38 cm x 15 cm).
Usando un cortador de pizza, cortar triángulos de 3″ (7,5 cm) de base.
Colocar 2 cucharadas de mermelada, dejando un borde de 1″ (2,5 cm) en el borde de la base.
Comenzando desde la base, enrollar cada triángulo para formar un cruasán, estirando y alargando a medida que avanza.
Repetir con el resto de la masa.

Colocar los cruasanes a 2″ (5 cm) de distancia entre sí en bandejas para hornear cubiertas con papel para hornear.
Cubrirlos con plástico y dejar subir durante 2 horas en un lugar cálido (22°C) o hasta que hayan duplicado su volumen.

Horneado:
30 minutos antes de hornear, colocar una bandeja de vapor con agua en la parte inferior del horno y precalentar el horno a 200°C.

Pincelar los cruasanes con huevo batido.
Hornear los cruasanes durante 15 a 20 minutos, o hasta que la corteza esté dorada.
Retirar los cruasanes del horno y dejarlos enfriar en una rejilla.
Una vez enfriados, decorar con glaseado clásico.

Glaseado clásico:
Usando un batidor, mezclar azúcar en polvo y crema 15% en un tazón pequeño hasta obtener una consistencia suave.
Agregar extracto de vainilla y mezclar. Usar de inmediato.