Pastel :
Precaliente el horno a 350 F (180 C).
Engrase dos moldes para pastel redondos de 9 pulgadas (23 cm) con lados desmontables. Reserve.

En el tazón de una batidora de pie, con el accesorio de varilla, mezcle el azúcar, la mantequilla, la ralladura de limón, la limonada y el extracto de vainilla hasta que estén bien combinados (unos 5 minutos).
Agregue los huevos y las claras de huevo, uno a la vez, batiendo bien después de cada adición.
Agregue la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio y la sal, que se habrán cernido juntos, alternando con el buttermilk. Mezcle bien.

Divida la masa uniformemente entre los dos moldes preparados y golpee los moldes en la encimera para eliminar cualquier burbuja de aire.
Hornee durante 20 a 25 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio.
Deje enfriar en los moldes durante 10 minutos, luego transfiera a una rejilla para enfriar completamente.

Glaseado :
En el tazón de una batidora de pie, con el accesorio de varilla, bata todos los ingredientes, excepto el azúcar en polvo, hasta que estén suaves.
Agregue el azúcar en polvo, un poco a la vez, batiendo a baja velocidad, hasta que estén bien combinados. Refrigere durante 1 hora.

Coloque una capa de pastel en un plato para servir.
Esparza 1/2 taza (125 ml) de glaseado sobre la parte superior, usando una espátula, luego coloque la segunda capa de pastel en la parte superior, enderezando los lados.
Cubra todo el pastel con el glaseado restante.
Guarde el pastel, cubierto con una cúpula, en el refrigerador.